Escrito a dos manos (Luna-yo)
Los jugadores queridos por Deportivo Ovni no son los que siempre llegan temprano a los entrenamientos, los que llevan una aburrida vida ejemplar y nunca quedan mal con nadie. El término “políticamente correcto” es para deportivo Ovni, una oda al conformismo.
Preferimos al otro tipo de jugadores, a los que se juegan la vida en las canchas y en las cantinas. A los que les gusta la noche, la birra y a los que siempre dejan algo más en la cancha. Juegan, se divierten y de vez en cuando cobran. Esta es nuestra lista:
Jugadores odiados:
Pele: “O mais grande do mundo”. Todo es felicidad en Pele. Besa la bandera de Usa cuando visitaba a Clinton y todo es alegría; hace publicidad a manos llenas de mastercard con una sonrisota; se hace exámenes de la próstata con todo el optimismo y la conciencia tranquila de alguien que sabe que siempre se vendió al mejor postor; llámese Cosmos, llámese mastercard, llamese USA, etc. La última perla fue cuando afirmo (sin sonrojarse obviamente) que los principales damnificados por jugar en la altura eran los brasileños. Aseveración casi tan falsa como sus míticos 1.000 goles. Pele, donde quiera que estés, ojala te orine un perro.
Beckham: Igual que Pele, pero en pintón. Fue el el precursor de la ubicación de tocadores en todos los camerinos de las canchas donde jugo. Como podría caernos bien tamaño maricón que gasta millones de dólares en mansiones, carros, ropa y, porque no, consoladores para su patética esposa.
Riquelme: Con esa cara de tragedia todos recordamos que la vida es una secuencia de injusticias; excepto para el, obviamente. El hecho que se nos haga un nudo en la garganta cuando lo vemos en la TV con esa cara de ternero a punto de ser degollado, es motivo suficiente para odiarlo con vehemencia.
Raúl, Gutti y Cia.: Si ellos fueran venezolanos, lo más probable es que hubiesen protagonizado una novela. Galanes de finca, prototipos de un estereotipo.
Anthony de Ávila: Diminuto tramposo y mañoso; alguna vez jure vengarme por todos los penales que te inventaste en contra de mi equipo. Esto recién empieza.
Mora y Ambrossi: Representación del quiteño levantado, cholo y arrogante que quiere ser blanco. Como no se les va a odiar a este par de portentos.
Cauthemoc Blanco: ¡Un jorobado que juega al fútbol! Mierda, este tipo esta muy bien para un equipo de Freaks… O para el América (cualquiera de los dos).
Jugadores Amados:
Maradona: Ya sea en su palco alentando a Boca, disparándole a los periodistas, hablando con Fidel o llenándose las narices de coca. Diego es el ejemplo del deportista integral: Hincha, díscolo, políticamente incorrecto y amante de la noche. Nunca se vendió al sistema ¡Que no es un ejemplo para los niños! Dice la señora, mientras chequea una revista de farándula en la cual se cuenta como David Beckham le regalo un consolador de 1´000.000 Usd a su esposa. Ese si es un buen ejemplo.
Kaviedes: El man hace lo que se le da la gana, con quien le da la gana y donde le da la gana. Además ha dejado vástagos a lo largo y ancho del territorio nacional ¿deberiamos dejar de aplaudir a alguien tan generoso que comparte su talento con su innumerable descendencia?
Tanque Hurtado: Como no se le podría querer al futbolista que, por culpa de su falta de sutileza al definir, regalo miles de balones a los barristas apostados en las populares e incluso a algunos plateistas.
Garrincha, Romario, Edmundo: A viejos borrachos, caipirinha, samba y gambetas.
Gascoigne, Cantona, Gatusso: A viejos borrachos, Whisky, Polska y patadas voladoras.
El Pibe: Si se puede jugar al fútbol siendo un vago. Típico costeño chévere, como no se le va a querer.
Leider Calimenio Preciado: Gordo culón, y goleador (preferiblemente contra el equipo ese que lleva un adjetivo por nombre). Antitesis del prototipo del deportista. Solo le hace falta un gol de bemba y ya.
Edwin Tenorio, Holguer Quiñones, Chilavert: Fieles a nuestra filosofía “para ser buen futbolista no es necesario saber jugar al fútbol”.
Menotti: Gigante, enorme, miembro del partido comunista en plena dictadura argentina.
Horacio Moyano: Igual que Menotti pero un poco menos famoso y más querido.
Suazo: Sinónimo de gol en Colo Colo.
Equipos Odiados
Real Madrid: Si eres un figurín, el Madrid es tu equipo.
River Plate: Un noble homenaje al equipo más llorón del planeta.
Millonarios: ¿Quien se puede hacer hincha de un equipo que lleva por nombre un adjetivo?
América: Cualquiera de los dos.
La liga de Quito: De lo más interno de nuestro ser, nace un indescriptible odio hacia un equipo que tiene un shopping como estadio.
Equipos Amados
Aucas: Si somos indios (unos más que otros) ¿y que?
Puerto Mont: Porque allá solo juegan los que son bien machos y Rubén Luna también.
Total Clean: Nos gusta el descaro con el cual el gerente de una empresa bautizo a un equipo de la primera división peruana.
Real Potosí: ¿Alguien ha visto el escudo de real Potosí? Tarea.
Atlético de Madrid: Nos gusta esa idea de plan “B”.
Colo Colo: Odas al equipo más grande de Chile.
Independiente Santafe: Esa bohemia que tanto nos gusta presente en once camisetas albirojas.
Lugano: Clásico rival del Atlas…¡¡Muerte a Atlas!!
Menciones especiales: Júnior, Flamenco, PSG, Nápoles, Inter, Chacarita, Ferro, Nueva Chicago, Estudiantes de la Plata, Racing (tal vez prueben con otra camiseta, porfa, gracias), Palestino, Estrella Roja, Lintz.
Esperamos que esta selección sea de su total agrado; caso contrario, hay pueden dejar sus sucios comentarios.