miércoles, 26 de septiembre de 2007

Primer Partido en la FAE

Por Pablo "el negro" Basurco; visitante habitual de este espacio y jugador de Deportivo Ovni.


El primer partido nunca se gana. Como lo han indicado las estadísticas registradas hasta ahora de esta noble institución, Deportivo Ovni no gana jamás su primer partido. Es más, siempre lo pierde feo. Haciendo honor a esta premisa histórica (obviamente jamás con la pérdida en la cabeza), nos planteamos en este nuevo campeonato (para los desocupados, es en una cancha en el siguiente semáforo al sur de la Brasil y Zamora, yendo por la Brasil).

Incompletos debimos recurrir a nuestra estrella juvenil, Paúl Solís Nadal, en el arranque. Teníamos las ausencias de Xavier "el argentino" Pesántez, que estaba en Buenos Aires con sus héroes del silencio y viendo al Boca "mijito"; Cristian Hervás, quien sabe que habrá pasado por su cabeza cuando Rafa le dijo "jugamos el sábado" a las 09:00; Víctor Fernández, que vive casi al frente de la cancha y que 10 minutos antes llamó a decir "ya estoy subiendo"; y Daniel Paredes, que se excusó. Así, nos paramos Gordo, Rafa, Luna, Pancho (que terminó como Abdón Calderón, jugando ya sin piernas, ni brazos), "zurda mágica", Coloma y Solís. Luego, tras una clásica confusión al puro estilo Hervás y el mismo susodicho, llegó Puga. Con su nuevo look medio pelo, luego de haber ido a la cancha del campeonato pasado, reemplazó a Solís, un jugador que desde el principio mostró sus intenciones. "No puede jugar con gorra, señor" esbozó el árbitro antes de que se inicie el partido. "Mmmm", respondió el juvenil. "Solo si es el arquero", continuó el réferi. "Ah yafff, entonces tapo", respondió con sorna. Más tarde, tras un "juepuc…" de Solís tras una jugada fallida, el árbitro se cobraría de la joda con una amarilla.

El equipo recibió un gol en el primer tiempo y otro en un contragolpe que nos cogió mal parados, pero no se jugó tan mal como en otros debuts. Es más, yo diría que es el debut menos malo de nuestra historia institucional. Como todos murmuran, hay que cacharle bien todavía a la cancha. Que sí, es verdad que no es de las mejores, tiene como cuatro ecosistemas diferentes (uno de césped maltratado, de tierra dura, un gran canal que podría ser el de Panamá, y una zona de coquitos). Pero sí no nos hemos amilanado ante perros muertos a un lado del gramado, rancheras a todo volumen, gallinas o perros atravesando la cancha…, no nos vamos a poner chinchosos ahora. Eso no más… Este sábado se escribe otra historia.